En una sola semana, ejemplares del enigmático pez remo emergieron en costas de Australia, Nueva Zelanda e India. Aunque supersticiones lo vinculan con catástrofes, científicos descartan toda relación.
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Una inusual secuencia de avistamientos de peces remo ha sorprendido a comunidades costeras y redes sociales de todo el mundo. Estas criaturas abisales, conocidas como «peces del juicio final», han aparecido en Australia, Nueva Zelanda e India en el transcurso de solo siete días, encendiendo el interés de científicos y dando pie a interpretaciones apocalípticas.
Los avistamientos más recientes incluyen dos peces sin cabeza en la Isla Sur de Nueva Zelanda —uno en Dunedin y otro en Christchurch— y otro hallazgo en la costa oeste de Tasmania, Australia. Además, pescadores en Tamil Nadu, India, extrajeron del agua un ejemplar de 9 metros de largo con aletas rojas y cuerpo plateado. Las imágenes fueron compartidas como el “pez Pralaya”, nombre que en la cultura local evoca predicciones de terremotos y tsunamis.
Aunque las redes sociales rápidamente difundieron teorías que relacionan la presencia de estos peces con catástrofes naturales —recordando su aparición previa al tsunami de Tohoku de 2011 en Japón—, los expertos rechazan cualquier vínculo causal. El Dr. Neville Barrett, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania, afirmó: “No hay evidencia de que los peces remo predigan terremotos. Es un fenómeno aleatorio”.
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El pez remo (Regalecus glesne) es el pez óseo más largo del planeta y habita a profundidades de hasta mil metros bajo la superficie. Su forma alargada, iridiscente y su raro comportamiento explican por qué ha sido confundido con serpientes marinas en antiguos relatos.
Científicos como Nick Ling, de la Universidad de Waikato, y Andrew Stewart, del Museo Te Papa en Nueva Zelanda, coinciden en que los avistamientos son extremadamente raros. “Estos peces suelen hundirse al morir, por eso no los vemos”, explicó Barrett. Solo en Australia existen 70 registros confirmados de esta especie, y en Nueva Zelanda, alrededor de 20.
El misterio que envuelve al pez remo continúa alimentando supersticiones milenarias, pero la ciencia insiste en que se trata simplemente de un fenómeno oceánico poco frecuente, que nos recuerda lo mucho que desconocemos de las profundidades marinas.
Fuente y foto: DW