La tendencia creciente del enoturismo en La Rioja es un plan ideal para el fin de semana. Explorar los viñedos, presenciar la recolección de uvas, conocer los procesos de fermentación y el envejecimiento en barricas, son solo algunos aspectos reveladores al sumergirse en las bodegas. Las catas finales ofrecen la oportunidad de degustar cada vino, completando la comprensión del arduo trabajo que abarca desde el viñedo hasta la embotelladora.
CVNE, joya de 1879, ofrece más que catas. La Nave Eiffel y actividades al aire libre hacen de la visita una experiencia única. Finca Valpiedra, en La Rioja Alta, deslumbra con sus paisajes otoñales y catas inolvidables.
Ramón Bilbao, reconocida internacionalmente, invita a un viaje sensorial. Su Wine Bar y restaurante completan una experiencia gastronómica maridada con vinos premiados. Bodegas Franco-Españolas, con más de 130 años, fusiona tradición e innovación.
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Marqués de Murrieta, origen del Rioja, ofrece catas variadas y experiencias gastronómicas exclusivas. Bodegas Riojanas, con una historia vinculada a exposiciones y medallas, te sumerge en su legado enológico.
Fuente: National Geographic – Viajes