La Reserva Federal de Estados Unidos decidió mantener las tasas de interés en el rango del 4,25 al 4,5 por ciento, resistiendo los recientes ataques del presidente Donald Trump, quien exigía recortes más agresivos. Jerome Powell, titular del organismo, ratificó la independencia de la entidad.
“El impacto de las medidas arancelarias aún no está claro”, expresó Powell tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). La Fed optó por esperar datos más concretos antes de tomar decisiones que afecten la política monetaria.
Trump había intensificado sus críticas contra Powell en las últimas horas, señalando que la Fed «entorpece la recuperación». Sin embargo, Powell reiteró que el banco central no se guía por presiones políticas y que “están sucediendo muchas cosas a nivel global” que requieren cautela.
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En su evaluación económica, la Fed revisó a la baja sus previsiones: espera un crecimiento del PIB del 1,4 % para este año, frente al 1,7 % estimado en marzo. También corrigió al alza la inflación (3 %) y el desempleo (4,5 %).
El presidente del organismo recalcó que, aunque hay incertidumbre comercial, migratoria y geopolítica, “esto no cambia nuestros objetivos ni la manera de aplicar la política monetaria a corto plazo”.
La administración de Trump impulsa la reforma de los aranceles recíprocos, con el Reino Unido como único acuerdo formal hasta el momento. Powell señaló que este factor también añade imprevisibilidad a la economía.
“El crecimiento sigue siendo sólido, por lo que podemos tomarnos un tiempo antes de rebajar los tipos”, concluyó Powell, dejando en claro que no cederán a presiones externas mientras persistan las señales de estabilidad en la economía estadounidense.
Fuente: DW.
Imagen: Kyodo/picture alliance.