A pesar de una baja sostenida en la cantidad de fumadores en los últimos años, el tabaquismo sigue siendo un serio problema de salud pública. Así lo explicó el Dr. Alejandro Meretta, cardiólogo (MN 65.791), quien alertó sobre los riesgos tanto del cigarrillo tradicional como del vapeo, y la complejidad de romper con la adicción a la nicotina.
Durante su participación en el programa Infobae en Vivo, Meretta señaló que dejar de fumar es más difícil de lo que parece. “La nicotina estimula el sistema de recompensa del cerebro, lo que hace que el cuerpo asocie el acto de fumar con una sensación de placer”, explicó. Esta reacción química convierte al tabaquismo en una adicción persistente.
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El especialista destacó que, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la tasa de fumadores disminuyó del 26% al 22% en los últimos años. Sin embargo, esta mejora se estancó e incluso se revirtió durante la pandemia, cuando el estrés y el encierro provocaron un repunte en el consumo de tabaco.
Meretta detalló cómo la nicotina funciona como una “llave” que activa ciertos receptores cerebrales que liberan dopamina. Esta sustancia genera una sensación de bienestar pasajera, pero obliga al cuerpo a requerir dosis cada vez mayores para repetir ese efecto, lo que agrava la dependencia. Esto ocurre tanto en fumadores tradicionales como en usuarios de cigarrillos electrónicos.
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El médico insistió en la necesidad de políticas públicas activas que combinen prevención, educación y acompañamiento para quienes quieren dejar de fumar. “No alcanza con saber que es dañino: hay que abordar el tabaquismo como una adicción compleja que necesita tratamiento”, concluyó.
Fuente: Infobae.