La nave ‘Dattilo’ de los guardacostas italianos recuperó en el mar Jonio los cadáveres de 12 mujeres y niños, que están siendo trasladados al puerto calabrés de Roccella Jonica, elevando el balance de víctimas confirmadas a veinte.
Italia prosigue con la búsqueda de los desaparecidos, ya que, según los 11 supervivientes, al menos 60 personas perecieron en el naufragio. Para ello, ha reforzado el protocolo con dos naves, asistidas desde el aire por aviones de la agencia europea Frontex.
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El naufragio ocurrió a unas 120 millas náuticas (222 kilómetros) de la costa de Calabria cuando un velero que había zarpado desde Turquía se hundió después de tres días de navegación en aguas del Mediterráneo central, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
El velero aún se ve semisumergido en el área del naufragio, según la Guardia Costera, que ha usado varios aviones para observar la zona en coordinación con el Centro Secundario de Salvamento Marítimo de Reggio Calabria. Los supervivientes han sido atendidos en suelo italiano por el personal de Médicos Sin Fronteras debido a sus graves traumas psicológicos y físicos. Han asegurado que entre los desaparecidos había al menos 26 niños.
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Muchos de los supervivientes tienen quemaduras en la cara y el cuerpo, y la más joven es una niña kurda de doce años que perdió a sus padres en el naufragio. Entre los migrantes que viajaban en el velero había también gente de Afganistán, Siria, Irán y Pakistán. Este trágico evento ocurrió en la misma costa donde hace un año, en Steccato de Cutro, perdieron la vida casi un centenar de migrantes.
FUENTE: DW.
FOTO: AP.