El ejército ruso reporta haber repelido una incursión de 300 soldados ucranianos en la región de Kursk, llegando hasta seis millas dentro del territorio ruso.
Moscú dijo que unos 300 soldados ucranianos lanzaron el martes un ataque transfronterizo en una zona del frente que hasta entonces había estado tranquila, y que hay informes de combates en una ciudad a hasta seis millas (10 kilómetros) dentro de Rusia.
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El Ministerio de Defensa de Moscú dijo el martes por la noche que hasta “300 militantes ucranianos” de la 22ª brigada mecanizada de Ucrania lanzaron el ataque a las 8 a.m., apoyados por “11 tanques y más de 20 vehículos de combate blindados”.
Durante todo el día martes se produjeron combates entre los pueblos fronterizos de Nikolayevo-Daryino y Oleshnya, en la región de Kursk, y tan al interior de Rusia como en los límites de Sudzha, a 10 km de la línea del frente, donde se fotografiaron desde arriba dos ataques a remolques rusos cargados de tanques.
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Aunque Rusia afirmó haber repelido la incursión, informes de blogueros militares rusos e imágenes en las redes sociales indicaron que el ataque ucraniano fue sustancial, aunque no estaba claro hasta dónde podría sostenerse.
El popular bloguero militar ruso Rybar informó que el martes por la noche la situación en la región de Kursk seguía siendo tensa y que se estaban produciendo combates en los distritos fronterizos. “A juzgar por las últimas imágenes, las formaciones ucranianas han logrado avanzar”, escribió el bloguero.
El Ministerio de Defensa de Moscú afirmó en un comunicado que había rechazado el ataque: “Tras sufrir pérdidas, el grupo de sabotaje ucraniano se retiró a su territorio, mientras que algunos de los combatientes intentaron establecerse directamente en el territorio adyacente a la frontera estatal, donde fueron bloqueados por unidades del ejército ruso”, dijo el ministerio en un comunicado.
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Los líderes políticos de Ucrania y el Ministerio de Defensa no hicieron comentarios inmediatos sobre la situación, pero un funcionario subalterno reconoció que el ataque estaba teniendo lugar e indicó que no había sido derrotado.
“Los soldados rusos mienten sobre la posibilidad de controlar la situación en la región de Kursk. Rusia no controla la frontera”, afirmó Andrii Kovalenko, jefe del departamento antidesinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.
El propósito del ataque podría ser un intento de Ucrania, cuyas defensas están al límite, de desviar algunas fuerzas rusas para defender una parte de la línea del frente que ha estado en gran parte inactiva desde la primavera de 2022, y también levantar la moral en casa.
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Sin embargo, los críticos en Ucrania sostienen que esos ataques no tienen ningún propósito militar a largo plazo. En marzo, grupos rusos anti-Kremlin lanzaron ataques desde Ucrania a las regiones de Belgorod y Kursk, pero fueron repelidos sin obtener ningún beneficio estratégico.
Más temprano el martes, Alexei Smirnov, gobernador interino de la región de Kursk, dijo que los soldados rusos y las fuerzas del FSB habían repelido el ataque ucraniano y que tres civiles rusos habían muerto y otros 18 habían resultado heridos.
Rusia afirmó que había lanzado ataques aéreos contra los blindados ucranianos y que se habían trasladado fuerzas de reserva para apuntalar la línea del frente y que había destruido 16 unidades blindadas pertenecientes a los invasores, incluidos seis tanques.
Fuente: The Guardian
Foto: El Mundo
