El nuevo primer ministro, Michel Barnier, se mantiene en el cargo tras el rechazo de la extrema derecha a la moción impulsada por la izquierda.
El nuevo gobierno francés, liderado por el primer ministro conservador Michel Barnier, ha superado su primera moción de censura, la cual fue impulsada por la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP). Este martes, la moción recibió 197 votos a favor en la Asamblea Nacional, muy por debajo de la mayoría absoluta de 289 necesaria para destituir al gobierno del presidente Emmanuel Macron. Este resultado destaca el respaldo que Barnier aún conserva a pesar de las tensiones políticas actuales.
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La coalición de izquierda, que incluye socialistas, ecologistas, comunistas y el partido La Francia Insumisa (LFI), obtuvo una victoria en las últimas elecciones legislativas, convocadas de manera anticipada por Macron tras la sorprendente victoria de la extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo. Sin embargo, el presidente decidió nombrar a Barnier como primer ministro en septiembre, argumentando que los 193 diputados del NFP no podían garantizar la estabilidad del gobierno.
Durante el debate sobre la moción, el líder socialista Olivier Faure calificó el proceso de un «atraco electoral», subrayando que esta iniciativa ayudaría a identificar quién se opone al gobierno y quién no, haciendo referencia a la falta de apoyo de la extrema derecha. Por su parte, Barnier defendió su posición señalando que, en la actualidad, «nadie goza de mayoría absoluta» y cuestionó la legitimidad de la moción presentada antes de que se conociera su programa de gobierno.
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La justificación del NFP para la moción se centra en las «orientaciones políticas» del nuevo gobierno, que busca endurecer la política migratoria y recortar el gasto público en los presupuestos para 2025, los cuales se presentarán este jueves. Aunque el gobierno de Barnier ha superado esta primera prueba de confianza, su futuro sigue siendo incierto, ya que depende en gran medida del apoyo de la extrema derecha.
El partido Agrupación Nacional (RN), liderado por Marine Le Pen, decidió no apoyar la moción de censura, eligiendo observar la evolución del gobierno antes de tomar decisiones. «Si no nos conviene, censuraremos», advirtió el vicepresidente del partido, Sébastien Chenu, mientras se mantiene atento a las políticas que Barnier implemente durante su mandato.
Fuente: AFP
Foto: Swissinfo