En una utopía se ha convertido el hecho de que los combustibles en la Patagonia, como la principal productora y proveedora, cuesten la mitad que en el resto del país.
Incluso en la capital argentina, el gasoil cuesta más barato aún, aunque es una cuestión tradicional, por el acuerdo implícito con el sector agropecuario.
Las naftas tuvieron a partir de este viernes 1º de noviembre, 12 días antes del plazo de vencimiento del congelamiento de precios que había establecido el Gobierno después de las PASO, el primer aumento del 5 % de los cuatro que pretenden las petroleras para alcanzar el 20 por ciento y nivelar el precio con el valor del dólar.
En la zona, la nafta súper pasó de 40,99 pesos a 43,04 ($ 2,05, 5 % de aumento), la Infinia de 49,14 a 51,64 ($ 2,50, 5,08 %), el Diesel 500 de 43,74 a 45,94 ($2,20, 5,03 %) y el Infinia Diesel de 50,69 a 53,24 pesos (2,55, 5,03 %).
En la Comarca Andina, por ejemplo en El Hoyo, el costo de los combustibles –siempre YPF- es menor: $ 42,24 la nafta súper (0,80 centavos menos el litro que en el Valle), 49,24 la Infinia ($2,40 menos), 45,24 el gasoil común ($ 0,70 centavos menos el litro) y 51,94 el Infinia Diesel ($ 1,30 menos).
En Buenos Aires, la nafta súper YPF pasó a costar $ 47,34 ($ 4,30 más), la Infinia $ 54,59 el littro ($ 2,90 más), mientras el Diesel 500 cuesta a partir de hoy $ 44,29 ($ 1,65 menos) y el Infinia Diesel $ 51,83 ($ 1,41 menos el litro).
En el norte del país la realidad es otra: por ejemplo en Tucumán el costo del litro de nafta súper es casi 10 pesos más caro que en nuestra zona.