El caso del fiscal Alberto Nisman continúa siendo investigado como un asesinato, mientras la Justicia federal analiza nuevas pruebas sobre el rol de los servicios de inteligencia y los sospechosos aún no identificados.
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A una década de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que denunció a la entonces presidenta Cristina Kirchner por el Memorándum con Irán, la Justicia aún no logra determinar quiénes serían los responsables materiales del supuesto homicidio ocurrido el 18 de enero de 2015 en su departamento de Puerto Madero. La causa, que pasó de la Justicia ordinaria a la federal, cambió la hipótesis inicial de suicidio por la de asesinato tras un peritaje realizado por Gendarmería Nacional.
El fiscal federal Eduardo Taiano, a cargo del caso, sostiene que “Nisman fue víctima de un homicidio” motivado por su trabajo al frente de la UFI-AMIA. La investigación se centra en el accionar de los servicios de inteligencia, el desempeño ineficiente de la custodia policial y una posible manipulación de la escena del crimen en las primeras horas tras el hecho.
Entre las medidas ordenadas recientemente, se destacan el análisis de registros telefónicos, el rastreo de una flota de autos vinculados a posibles agentes de inteligencia y la desclasificación de documentos relacionados con la exSIDE. Además, se estudian datos extraídos de la computadora de un exagente de la Policía Federal que podrían arrojar luz sobre los involucrados en el caso.
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Diego Lagomarsino, el técnico informático que le proporcionó el arma de la cual partió el disparo que acabó con la vida del fiscal, fue procesado por “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Junto a él, los custodios de Nisman enfrentan cargos por “encubrimiento agravado” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Sin embargo, aún no se ha identificado a los autores materiales ni se ha elevado la causa a juicio oral.
Paralelamente, en diciembre de 2024, la Corte Suprema de Justicia confirmó la elevación a juicio oral de la causa por el Memorándum con Irán, donde Nisman había denunciado al Gobierno de Cristina Kirchner por supuestas maniobras para favorecer a los acusados iraníes del atentado a la AMIA. Este juicio mantiene vivo uno de los ejes centrales que rodearon la muerte del fiscal, aunque las incógnitas sobre su trágico final siguen sin resolverse.
Fuente: TN
Foto: Archivo