El derrumbe ocurrido en Córdoba este fin de semana, que causó la muerte de Ramiro Alaniz Cortes, expuso una cadena de advertencias ignoradas.
La estructura colapsada ya había sido denunciada por problemas estructurales en 2012, según Gabriela Manfredi, ex dueña del bar Manhattan, donde ocurrió el siniestro.
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Manfredi convivió con desprendimientos y caída de escombros mientras administraba el bar entre 2010 y 2012. Incluso, llegó a presentar una demanda por negligencia contra la empresa constructora, la cual ganó. Sin embargo, la falta de respuestas efectivas obligó al cierre del local y, trece años después, la tragedia golpeó con fuerza.
“Esta es una muerte que se podría haber evitado”, declaró la ex propietaria, aún conmocionada por lo sucedido. Según su relato, durante la construcción ya era evidente la precariedad del edificio, al punto que los ladrillos caían sobre clientes y peatones. “No cuidaban ni a sus propios empleados”, afirmó.
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Ante la muerte de Alaniz Cortes, de 34 años, quien falleció por asfixia entre los escombros mientras cenaba con amigos, la Fiscalía del Distrito 1 Turno 5 inició una investigación para esclarecer las causas del derrumbe. Se solicitó la intervención de la Universidad Tecnológica Nacional para realizar peritajes técnicos.
El Gabinete de Reconstrucción Criminal de la Policía Judicial realizó un relevamiento del lugar con drones y recabó testimonios. Las autoridades esperan los informes técnicos para determinar responsabilidades y establecer si hubo omisiones graves que derivaron en este desenlace fatal.
Fuente: Noticias Argentinas.