Aunque su edad exacta sigue siendo un enigma debido al deterioro en la muestra central de la planta, se estima que tiene entre 350 y 400 años, según el experto en genética y dendrólogo Dr. Rihard Erker.
Esta milenaria vid fue plantada a finales del siglo XVI, en una época tumultuosa marcada por las invasiones del Imperio Otomano. A pesar de haber crecido en las murallas de la ciudad, logró sobrevivir a guerras devastadoras, batallas feroces, incendios devastadores y hasta a los estragos de la Segunda Guerra Mundial, cuando Maribor fue bombardeada por los aliados y gran parte de su antigua muralla quedó destruida.

Conocida como «The Old Vine» (La Viña Vieja), esta venerable planta tiene su propio museo, la «Old Vine House» (Casa de la Viña Vieja), que forma parte de la antigua muralla de la ciudad. Sus brillantes hojas verdes se extienden a lo largo de la pared del edificio histórico, trepando desde sus robustos nudos. Cada año, esta notable vid produce entre 35 y 55 kilogramos de uva, que se utilizan para elaborar entre 15 y 35 litros de vino. Estas excepcionales creaciones se embotellan en envases diseñados por el reconocido artista Oskar Kogoj y se estima que se producen alrededor de 100 botellas al año, muchas de las cuales se entregan como obsequios durante eventos y protocolos especiales.
La espiral en el cuello de la botella simboliza la «longevidad infinita» de la vid. Figuras destacadas, desde la realeza hasta presidentes y celebridades, han tenido el privilegio de degustar este exclusivo vino.
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La variedad de uva que produce «The Old Vine» es la «Žametovka» o «Modra kavčina», una de las cepas domesticadas más antiguas de Eslovenia. Aunque la producción de vino de la Viña Vieja es limitada, Maribor ha compartido injertos de la planta con ciudades y programas enológicos de todo el mundo. A finales de 2020, existían 228 injertos certificados en 29 países de cuatro continentes.
Una de las ceremonias más destacadas es la Poda de la Viña Vieja, que se lleva a cabo anualmente y está abierta al público. Esta emotiva ceremonia se celebra el último viernes de febrero o el primer viernes de marzo, y cuenta con la participación de Stane Kocutar, quien ha cuidado de la vid desde 2010.

La Viña Vieja de Maribor no solo es un símbolo de la resistencia y la perseverancia de la planta ante los embates del tiempo y los conflictos, sino que también encarna el rico legado histórico y cultural de Eslovenia. El vino que se obtiene de sus uvas es un tesoro enológico.
Esta antigua planta y su legado resaltan la importancia de preservar y valorar el patrimonio natural y cultural, así como la riqueza que aporta la diversidad de las cepas de uva y su influencia en la producción vinícola a nivel global.
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Como un testimonio vivo de la historia y cultura de la región, esta vid milenaria ha dejado una huella indeleble en la industria del vino y ha extendido su legado por todo el mundo.
La Viña Vieja de Maribor nos invita a reflexionar sobre la importancia de proteger nuestras raíces históricas y culturales. Este tesoro enológico nos recuerda que, a través del tiempo, las historias de la vid y el vino han sido entrelazadas con las historias de la humanidad, dejando un legado que trasciende generaciones y continentes.
Fuente y Fotos: vinetur.com