Investigaciones recientes demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de problemas de salud mental y física, desmintiendo la idea de que son una alternativa segura al tabaco.
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La creencia de que los cigarrillos electrónicos son una alternativa segura para dejar de fumar ha sido refutada por la creciente evidencia científica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos dispositivos no solo no ayudan a abandonar la adicción a la nicotina, sino que también podrían abrir la puerta al consumo de tabaco, especialmente entre los jóvenes. De hecho, se estima que los adolescentes que vapean tienen el doble de probabilidades de fumar cigarrillos convencionales más adelante en su vida.
Un reciente estudio realizado en Australia analizó el uso de cigarrillos electrónicos entre estudiantes de secundaria y encontró una preocupante relación entre el vapeo y los síntomas depresivos. Aquellos jóvenes que reportaron síntomas graves de depresión eran el doble de propensos a haber utilizado cigarrillos electrónicos en comparación con quienes no presentaban estos síntomas. Además, los estudiantes con mayor estrés y bajo bienestar general también mostraron una mayor tendencia a vapear.
El doctor Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra y experto en adicciones, explicó que, aunque se tiende a confundir el vapeo con el uso de cigarrillos electrónicos, ambos comparten conductas adictivas similares a las del consumo de otras sustancias. «El vapeo puede parecer inofensivo, pero al no saber qué se está inhalando, el riesgo de consecuencias físicas y psicológicas es alto», advirtió.
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El estudio, publicado en el Australian and New Zealand Journal of Psychiatry, destacó que la relación entre el vapeo y la salud mental aún requiere más investigación, aunque ya hay pruebas de que los jóvenes que vapean experimentan mayores niveles de ansiedad, estrés y depresión. Esto refuerza la necesidad de implementar estrategias de prevención y apoyo temprano para evitar que esta práctica se generalice entre adolescentes.
Además de los efectos en la salud mental, los cigarrillos electrónicos también representan graves riesgos físicos. Según la Federación Argentina de Cardiología, el uso de estos dispositivos está relacionado con problemas respiratorios, adicción a la nicotina, daños pulmonares severos y otros problemas de salud.
Los expertos coinciden en que los efectos negativos del vapeo, tanto en la salud física como mental, lo convierten en una preocupación creciente que requiere atención inmediata por parte de las autoridades y la comunidad médica.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo
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