Ariel “Guille” Cantero, líder de la banda narco Los Monos, intentó obtener el cambio de género mediante hábeas corpus.
Según fuentes judiciales, el objetivo era ampliar su lista de visitas en el penal de Marcos Paz, permitiendo el ingreso de colaboradores que se hacían pasar por parejas para continuar dando órdenes a su organización.
La estrategia de Cantero fue rechazada por distintos jueces federales, quienes advirtieron que no existía sustento genuino en su autopercepción de género. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que las solicitudes eran falsas y parte de un plan para burlar las restricciones de comunicación del líder narco.
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Actualmente, Cantero solo puede recibir visitas de dos hijos menores de edad y dos hermanos. Sin embargo, investigaciones previas han demostrado que el jefe narco ha logrado sobornar a penitenciarios, pagando hasta 100.000 dólares por beneficios como líneas telefónicas exclusivas, visitas no autorizadas y otros privilegios.
En 2020, se descubrió que guardiacárceles habían instalado un cableado para conectar un teléfono fijo directamente a su celda, lo que permitió a Cantero seguir liderando la banda. Este tipo de actividades ha llevado a mayores controles en el penal, como la prohibición de usar teléfonos públicos para Cantero y su sobrino, ambos señalados por ordenar homicidios desde la cárcel.
La cúpula del Servicio Penitenciario Federal ha sido acusada previamente de corrupción, con denuncias similares en otros casos de narcos como Henry de Jesús López Londoño, alias «Mi Sangre».
Fuente: La Nación.