¿Qué sucedería si Chubut no estuviera obligado a coparticipar sus recursos? Esta pregunta repercute en el Federalismo al que aporta y del cual participa.
Detrás de cada número hay una persona, y puede entenderse la necesidad de corregir ciertas prácticas políticas que han llevado al País a una situación económica que seguramente no se merece, por su pueblo, pero que transita por sus políticos. Cuando se habla de números, la frialdad que representan no debe ocultar la realidad que reflejan. Un recorte en una partida hacia las provincias definitivamente afectará a los habitantes de ese territorio.
El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, se encolumnó como dialoguista para aportar a la gestión del presidente Javier Milei manifestando que “se necesitan herramientas para que esta gestión arranque” en momentos en los que el Gobierno Nacional no encontraba el rumbo para el tratamiento de la Ley ómnibus.
Con esa postura, y mostrando representatividad con sus pares, Torres comenzó a mostrar cómo podría ser el camino mediante el cual el presidente avanzaría con algunas de sus ideas, principalmente la de reorganizar el Estado y equilibrar las cuentas.
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Aparentemente esto no fue interpretado de esa manera, y luego del duro revés del oficialismo en el Congreso, las medidas del Gobierno Nacional olvidan los cimientos de la democracia y de un país federal, que sostienen al Estado: Somos 23 Estados provinciales, mas la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La retención de fondos por parte del Gobierno Nacional ha desencadenado una situación sin precedentes en la relación entre las provincias y el Gobierno Central. Los gobernadores han expresado su indignación por los recortes constantes en las transferencias de fondos, y la retención de $13.500 millones a la provincia de Chubut ha sido el punto de quiebre.
Desde el oficialismo como desde la oposición, han dejado claro que no permitirán que el Gobierno Nacional abuse de su poder y que tomarán medidas para proteger los intereses de sus provincias.
Nuevamente, Ignacio Torres, decidió plantear su postura que fue avalada por una extensa lista de gobernadores, sindicalistas, partidos políticos y diversos sectores sociales, mostrándolo como referencia representativa de lo que se necesita decirle al presidente.
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No puede y no debe avanzar una medida económica que perjudique a quien aporta para la reconstrucción de Estado Nacional. No puede un presidente olvidar que los habitantes de una provincia que le mostraron su apoyo en las urnas esperan y aguantan desde el comienzo de su gestión esperanzados en una reforma estatal, pero que también es un trabajo en conjunto de solidaridad y de convivencia mutua. Cuando eso se descarta, una provincia puede mirar hacia su interior, y priorizar a su pueblo: Si la regla nacional es perjudicarnos, entonces no habrá reglas. Y si no hay reglas por el accionar de la gestión Nacional, ya no es libertad sino libertinaje.
La Libertad se ejerce con nuestra capacidad de actuar y la falta de coacción, en cambio el libertinaje excede esos límites y definitivamente afecta a otros.
Recortar más de 13 mil millones de pesos a una provincia y no esperar una fuerte respuesta, es de las medidas políticas más erróneas del gobierno nacional, que puede justificar su accionar, pero no debe olvidar el centro de todo, al cual quiere empoderar de libertad: La persona. Y esas personas son los habitantes de Chubut, que necesitan ese dinero para ir a la escuela, para tener seguridad, salud, achicar distancias, sostener el trabajo para mejorar su calidad de vida. Pero esta sociedad, expectante que ha sabido acompañar con respeto los primeros pasos de la nueva gestión, también tiene libertad y derecho de enojarse, porque aporta al Estado Nacional los frutos de sus recursos naturales y desde el mismísimo centralismo nos asfixian privándonos de lo mínimo que debe custodiar el gobierno nacional desde la ideología política del presidente.
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“Las provincias son preexistentes a la Nación y merecen respeto. Nadie puede someterlas ni extorsionarlas con amenazas de restricción de fondos públicos que les pertenecen por derecho propio. Los gobernadores no son empleados del Poder Ejecutivo Nacional ni están sujetos a órdenes. Sus mandatos surgen del pueblo de sus provincias y tienen la obligación de defender sus intereses”, expresaron los gobernadores patagónicos respaldando la postura de Ignacio Torres.
Pero, además, el gobernador chubutense recibió aún más apoyo de sus pares del resto del país quienes expresaron “el Gobierno Nacional debe cumplir con la Constitución y enviar urgentemente los recursos coparticipables que le pertenecen a la provincia. No cumplir con la ley y los acuerdos entre Nación y provincias no afecta a los gobernadores sino a los 50 millones de argentinos que viven en las 24 jurisdicciones del país”.
De esta manera mostraron su apoyo: Alfredo Cornejo gobernador de Mendoza, Marcelo Orrego de San Juan, Claudio Poggi de San Luis, Maximiliano Pullaro de Santa Fe, Jorge Macri de CABA, Leandro Zdero de Chaco, Gustavo Valdés de Corrientes, Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Carlos Sadir de Jujuy, Axel Kiciloff, de Buenos Aires, Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, Rolando Figueroa de Neuquén, Alberto Weretilneck de Río Negro, Sergio Ziliotto de la Pampa, Gustavo Melella de Tierra del Fuego, y el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vid.
Ante semejante expresión de solidaridad muy pocas veces vista en la política argentina, el presidente optó por desconocer los pactos preexistentes entre las provincias y el gobierno nacional expresando: “Estamos en un momento histórico. En un punto de inflexión para nuestra Nación. Cada uno tendrá que elegir de qué lado quiere estar: si del lado de los que quieren que la Argentina siga igual, o del lado de la mayoría de los argentinos, que eligieron vivir en Libertad”.
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Entonces, señor presidente, si la única regla es la libertad, los recursos naturales de los cuales usufructúa el gobierno nacional, son de las provincias y si las medidas económicas tomadas afectan a sus habitantes, debería analizar el Estado Nacional, como llevar adelante las mismas sin contar con el aporte provincial.
Chubut es una provincia importante para el funcionamiento del país y ha sabido respetar los acuerdos nacionales, hasta ha desistido anteriormente de avanzar con medidas judiciales que afecten el desarrollo de las políticas de otros presidentes. Pero esta vez, se quiere optar por perjudicar económicamente a esta provincia y eso solo transforma al paralelo 42 en una línea real, ya no imaginaria, para tomarlo como límite.
Es el pueblo chubutense el que dice que no habrá mas gas y petróleo. Es un gobernador quien representa a ese pueblo el que ha sabido leer a la sociedad para remarcar que la libertad nunca puede afectar el derecho y el desarrollo de otro. Aquí no se debaten solo 13 mil millones de pesos, sino la esperanza en un gobierno provincial que comienza a traccionar para dejar atrás los problemas estructurales de la política y economía que han dejado a los niños sin educación, a las familias sin asistencia médica y allanaron el camino para el avance de la inseguridad. Esa cifra representa un golpe a las intenciones de cambio y no es otra cosa que el desmerito a una sociedad que también votó por un cambio a nivel nacional. Un cambio que le mejore la calidad de vida, no que le quite lo que le corresponde por derecho.
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Chubut “está padeciendo las represalias que se anunciaron luego de que cayera el tratamiento de la Ley Ómnibus. En febrero el Ministerio de Economía de la Nación le retuvo ilegalmente $13.500 millones; más de un tercio de su coparticipación mensual” expresan los gobernadores que apoyan a Ignacio Torres, y quien con firmeza defendió su postura de no enviar más gas y petroleo asegurando “que me manden a Gendarmería, que me metan preso”.
Ignacio Torres cuenta hoy con el apoyo que el presidente no tiene, que no supo ganar en el Congreso y no propone con el pasar de los días. El Gobernador ha conseguido en estos meses ser la referencia política del verdadero cambio para lograr un Estado transparente y equilibrado. El próximo miércoles la historia argentina podría escribir uno de sus capítulos mas importantes en territorio chubutense, cuando el gas y el petróleo dejen de generar divisas para la Nación. Y en esos puntos suspensivos, habrá gobernadores, intendentes, diputados, senadores, movimientos sociales apoyando a Torres, para que el gobierno nacional entienda que todos esperamos un mejor país, pero… Argentina son 23 provincias, una ciudad autónoma y millones de personas. Esa es la representación que hoy no logra la Casa Rosada. Porque somos 23 provincias… o no seremos nada.
Ariel Gómez
Director Radio 3 Web
