El 19 de junio de 1965, el rugby argentino vivió una jornada inolvidable en Johannesburgo. La selección nacional, en una gira histórica por Sudáfrica, venció 11 a 6 a los Junior Springboks en el emblemático estadio Ellis Park. Aquel partido no solo significó una victoria deportiva, sino el nacimiento de una identidad que perdura hasta hoy: la de “Los Pumas”.
La confusión de un periodista sudafricano, que creyó ver un puma en lugar de un yaguareté en el escudo de la camiseta argentina, bautizó sin querer al equipo con el nombre que aún lleva con orgullo. El apodo rápidamente se instaló en los medios y en el corazón de los aficionados. Desde entonces, cada aparición de la selección es sinónimo de entrega, pasión y coraje bajo el nombre de Los Pumas.
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Aquella gira de 1965 fue decisiva para posicionar al rugby argentino en el plano internacional. En total, se jugaron 16 partidos: 11 victorias, 4 derrotas y 1 empate. El equipo fue dirigido por Izak Van Heerden, Alberto Camardón y Ángel Guastella, con Aitor Otaño como capitán, y tuvo a figuras como Héctor «Pochola» Silva y Marcelo Pascual, quien protagonizó la icónica “palomita” que aún hoy se recuerda.
Ese triunfo fue mucho más que un resultado. Fue el inicio de una identidad deportiva y un legado que aún emociona a generaciones de jugadores y fanáticos. Con carácter y juego, Los Pumas demostraron que podían competir de igual a igual ante potencias del rugby mundial.
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A 60 años de aquel hito, el espíritu de 1965 sigue vivo en cada presentación del equipo nacional. La historia de Los Pumas no solo se escribe en los libros de deportes, sino también en cada camiseta que lleva con orgullo ese nombre que nació, por error o destino, en un campo lejano, pero que se volvió eterno.
Fuente: Página 12.
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