Colonia Caroya, una joya escondida al norte de Córdoba, se erige como el destino perfecto para los amantes del vino y la gastronomía. Esta pequeña localidad es reconocida por su producción vinícola de primera categoría, atrayendo a turistas con su encanto y exquisitez.
En la denominada «Ruta del Vino» cordobesa, Colonia Caroya se destaca con más de 10 bodegas que ofrecen una experiencia única de etnoturismo. Conocerás viñedos pintorescos, procesos de elaboración apasionantes y la oportunidad de degustar los mejores vinos de la región. La Caroyense y Terra Camiare son dos de las bodegas más destacadas, cada una con su propia historia y singularidad.
Cada rincón de Colonia Caroya cuenta una historia enológica fascinante. Las bodegas abren sus puertas a los visitantes con visitas guiadas que desentrañan los secretos de su producción. La experiencia se completa con degustaciones que permiten apreciar la riqueza de los sabores locales. Algunas bodegas incluso ofrecen restaurantes y alojamientos para una inmersión completa en el mundo del vino.
MIRÁ TAMBIÉN | Chubut se consolida como provincia vitivinícola
No solo es el vino lo que hace especial a Colonia Caroya. La localidad es famosa por producir uno de los salamines más deliciosos de la región. La tradición y la autenticidad se mantienen en cada paso del proceso de elaboración, desde las recetas transmitidas por generaciones hasta el método de secado que sigue los principios de antaño.
Colonia Caroya, con su combinación única de vinos exquisitos y salamines tradicionales, se presenta como un destino imprescindible para quienes buscan una experiencia completa de enoturismo en el corazón de Córdoba.
Fuente: El Cronista